Cuando él se ponía a cantar, ella bailaba sin más.
Cuando ella tenía que llorar, él sabía como hablar.
Era como un despertar, despertar pa' poder dibujar.
Dibujar sin goma de borrar, garabatos de amistad.
Escribo por no empezar, a beber y a llorar buscando en estas líneas, el beso que te pedía. Harta de tanta humedad, de ojos que no paran de llorar. Te dejo mi mano tendida, te espero entre poesía.
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