Está bien, como quieras. Vayámonos al fin del mundo, donde los días son cortos y las noches son largas. O... vayámonos a donde tu quieras llevarme. O donde quieras ir. Venga, vamos, no tengo miedo, jamás me alejaré de ti, y eso me hace estar segura de lo que quiero hacer contigo. ¡Vamos! Estoy ya harta de decirte que eres lo único que necesito y quiero, que mi felicidad tiene nombres y apellidos, y si, esos son los tuyos. Que me daría igual escaparme del país, del mundo, de cualquier sitio si es a tu lado. Y que si tu me dices un simple ven yo voy sin dudarlo un momento. Aunque si quieres no hace falta que me digas ven, por que sé que deseas tanto como yo escaparte de todo el mundo, estar solos, abrazarnos, besarnos, un lugar tranquilo en el que nadie nos molestase... Mira, yo, puede que no sea una perfecta chica, de un buen cuerpo. Ni que sea especial entre todas esas que tienes tu detrás. Pero yo ahora no puedo ir de tu lado, hay algo dentro de ti que me dice que me quede a tu lado, que esté siempre ahí. No dudes que lo haré. Comprende que a cambio te tengo que pedir una cosa, que me quieras como nunca quisiste a nadie.