Nos hemos enjaulado. Me he enjaulado. Te has enjaulado.
Hoy es lunes, el día más odiado por la mayoría de las personas, en las que no me incluyo.
Hoy es lunes sí, un lunes como otro cualquiera.
La mayoría hemos madrugado, hemos asistido a clases, hemos hecho lo que cada lunes.
Hemos visto a la misma gente de siempre, hemos recorrido las mismas calles, hemos parado en el mismo lugar, hemos pronunciado las mismas palabras que cada día... ¿Cómo? Pues como cada lunes.
Yo soy joven, muy joven. De hecho, para los adultos, nosotros estamos en la flor de la vida.
Debemos disfrutar y divertirnos, salir y conocer, vivir, sentir, experimentar. De hecho, somos los que mejor vivimos, según ellos.
Me resulta bastante gracioso, quiero decir, claro que somos jóvenes y privilegiados. Claro que tenemos una vida envidiable y llena de tiempo para disfrutar y pasarlo bien. Pero ¿lo hacemos? O lo que es más importante ¿Podemos hacerlo?
Quizás sea yo, quizás sea mi exceso de responsabilidad y compromisos, pero para mí, este lunes no ha tenido nada de especial. No sé para vosotros, quizás haya sido el mejor.
Quizás es que soy una vieja prematura, o que no sé disfrutar.
¿Qué trato de decir con esto?
Lo que trato de decir se resume en la primera oración de esta entrada:
"Nos hemos enjaulado."
Sonará raro, o quizás no. Estoy segura de que no soy la primera en pensar algo así. Estoy segura de que tú también lo sientes o lo sentiste.
Nos hemos enjaulado en una misma rutina, en una misma forma de vida, en una vida que quizás no busquemos. En una ciudad que quizás detestamos, en un lugar al que no pertenecemos.
Piensa en todo lo que nos estamos perdiendo, en todo lo que hay ahí afuera. En un país lejano, en uno de los más altos montes. Piensa en los ermitaños que ahora serán felices entre árboles y humedad, piensa en todos los idiomas que no conocemos, en todo lo que no sabemos y nadie nos puede contar.
Piensa en ello, piensa en lo magnífico que sería salir ahora y largarte. Piensa en todo de lo que nos estamos privando por tener que cumplir con la norma general.
Puede que sea yo y mi ilimitado inconformismo, pero me siento enjaulada.
Enjaulada por la sociedad, enjaulada por mí misma.
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