- Te echo de menos.
- No hay quién te entienda.
- ¿Porqué? Es un hecho, como que hoy hace calor, mañana es domingo y en tres semanas tengo la selectividad. Te echo de menos. Te echo de menos y ese no es el problema. El problema es que llevo intentando pelear contra ello durante meses y me he dado cuenta de que no puedo, no puedo porque no quiero. Y más aún, el problema es que me recuerdas a ese verano al que sobreviví gracias a ti, y siento que ese verano se ha ido. Y la única forma de que esa historia se quede aquí conmigo eres tú. Tengo miedo a olvidar toda una serie de detalles y momentos que han formado mi vida. Anoto esos detalles, escucho canciones o compro recuerdos. Pero ese verano dejé de escribir, por que estaba segura que mi forma de recordarlo serías tú. Y el problema es que te estoy perdiendo, y se me está empezando a olvidar que día era cuando me dijiste "venga morena, que tú puedes con todo y más". Se me está empezando a olvidar la sonrisa idiota que se me puso la noche que me dijiste que me querías.
Igual es tarde, pero por si acaso: yo también.
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