Me conoces, aunque lo niegues. Sabes qué digo que “perdono pero no olvido” y en dos días vuelvo a dar la mano a aquel que me había destrozado en pedazos. ¿Sabes que es lo único que no se me va a olvidar nunca? El día que te llamé y me dijiste que no confiabas en mí, que yo no era una buena persona y era capaz de hacer mucho daño. ¿Te acuerdas lo que contesté? Que si pensabas eso era que no me conocías de verdad y que el tiempo ponía cada cosa en su lugar. Espero que por dentro te avergüences de tus palabras y aunque no me lo digas a mí, te arrepientas de haberme hecho llorar durante toda una noche. Tú me hiciste mucho más fuerte sin darte cuenta, aunque no fuera de la mejor manera.
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